El paisaje se construye desde adentro.

Aline Petterson

domingo, 14 de mayo de 2023

El viaje


"Quiero decirte... Que viajes.
Que te viajes por dentro.
Que te entregues al polvo del desierto más solitario del planeta.
Que trepes montañas ancestrales y al llegar a la cima no encuentres nada, para que sea el camino y no la meta quién mande.
Que aprendas a surfear, a tejer o a amar, lo que suceda primero.
Que con poco hagas mucho.  
Que los días tristes tengas quién te recuerde que duran, como máximo 24 horas.
Que viajes de aventón, a pie, a bici, como sea. Y que dónde pises, lleves el hogar por dentro.
Que te despiertes en un lugar diferente al menos una vez al mes.
Que a dónde vayas, las puertas se abran.
Que te extrañes.
Que cuándo extrañes, sepas pedir el abrazo.
Que te llenes de sueños.
Que te despiertes, eso sí, con un deseo enloquecedor por realizarlos.
Que el sol te pegue en la cara, en las manos, en el cuerpo, en el alma.
Que a pesar del miedo a que te hieran, te dejes tocar.
Que quién te toque, te cambie completamente la vida.
Que le cambies la vida a quién menos te quiso cambiar.
Que te conviertas en la voz de tu radio y que tu mensaje llegue a los oídos precisos.
Que se enloquezca tu brújula.
Que seas el norte de alguien.
Que te permitas cambiar tus nortes por alguien.
Que te sientas orgulloso de lo que perdiste para ganar.
Que si ganas, ganemos todos.
Que escribas mucho. Que lo expreses todo, con amor, con irreverencia, con ternura, con fuerza salvaje.
Que te reescribas y por ese rato, nada más importe.
Que te conviertas en tu autor favorito.  
Y que en algún momento tu escritura te desilusione y que esa desilusión te empuje a buscar el verso perfecto. Y otro. Y otro más. Y así.
Que le escribas hoy a tu yo del futuro y que te gusten tus vivencias. 
Que nunca encuentres eso que buscás, para que el deseo siempre te pida otra ronda.
Que sepas distinguir cuándo es el tiempo de permanecer y cuando de salirse de la ruta.
Que si quema, lo sueltes.
Que si te hace crecer, te aferres.
Que si te duele la panza, sea por estricta sobredosis de personas cómplices.
Que tengas a mano a quién sepa hacerte perder el control.
Que si algo te aterra, sea llegar a viejo arrepentido por lo que no diste. Y que lo des.
Que recibas 100 veces lo que diste.
Que aprendas, por Dios te pido, a recibir. Y sientas por fin esa alquimia lunática de dejarse amar.
Que se descongele alguna vez el hielo viejo que te vive por dentro.
Que camines hacia ti mismo con el deseo latiendo en las manos.
Que pierdas el pelo, pero no las ganas, ni el tiempo.
Que te encandilen los pájaros, el océano, la puesta de sol, la luna, los cielos estrellados.
Que algunas noches no duermas porque tienes mejores planes.
Que te levantes bailando, como si la música fuera un rayo infinito electrizándote los pies.
Que te equivoques pero con ganas.
Que te perdonen aunque no lo merezcas. Que perdones a los otros y te perdones a ti mismo. 
Que de aquí a 10 años, recuerdes a quién supo jugársela a tiempo.
Que éstos sean los tiempos de empacharse de caminos con corazón. Y que ese mismo corazón, te abra el camino a la gente.
Que te dejen en silencio más veces de las que quisieras.
Que calles a alguien con un beso en los labios.
Que a tus padres se les infle el pecho de orgullo por quién eres y no por lo que tienes. 
Que vuelvas a casa seguido para llenarlo con tiempo de calidad.  
Que pruebes cantar en público.
Que pruebes caminar con alguien.
Que te pruebes sin desaprobarte.
Que te dejen sin respuesta, o mejor aún, que te dejen sin un gramo de aliento.
Que te olvides completamente de quién te escribió esta carta.
...Y que un día cualquiera en algún lugar lo recuerdes y te estalle despacito el amor de estas palabras".

Autor desconocido 

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