Hace un año desconocía el giro que tomaría mi vida los siguientes meses, hace un año creí que tenía los días contados. Sigo aquí un poco más. Hace un año me sospechaba inmadura, ahora soy consciente de ese hecho, y me abrazo con toda esa fuerza que habita en mí. Ahora se que la vida es solo otra estancia, por eso hay días en que me percibo infinita. Hace un año iniciaba este aprendizaje de dejar ir...a mi mamá, a mi hija, a las expectivas que me hice sobre mi misma, a mis viejas versiones...queda lo mejor: mis ganas de comérme la vida a paso lento como se disfruta un buen café por las mañanas.
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