El paisaje se construye desde adentro.

Aline Petterson

jueves, 29 de diciembre de 2016

El arte de ser





La belleza empieza en la planta de los pies, en como te paras, en la seguridad con que caminas, la palabra más importante del diccionario es la palabra amor, amor propio. La belleza es una percepción, es un espejismo. La que es bella se atreve a llevar lo que es hasta sus últimas consecuencias, haz lo que te de la gana, no pidas permiso. Nunca te arrepientas.

Maria Félix (del Cortometraje María Bonita)


jueves, 22 de diciembre de 2016

Mística



A Ya’ax’che el árbol sagrado de los mayas

"Entre los diversos mitos de los mayas, narran las creaciones y destrucciones cósmicas, el espacio celeste se derrumbó, y los Bacabes que son los dioses encargados de sostener el cielo, lo volvieron a levantar, situando en cada esquina a sus árboles divinos y colocando uno de estos al centro, como eje principal del cosmos. Estas esquinas tienen un color. El rojo corresponde al Este; el blanco al Norte; el negro al Oeste; el amarillo al Sur, y el verde Centro. El paraíso es en la cosmogonía maya, es un lugar a donde crece una Ceiba y bajo cuyas ramas los hombres descansan de las fatigas y agonías de la tierra, bajo su hermoso follaje, el ser humano puede disponer de exquisitas comidas y bebidas, las cuales no se agotan jamás."

Texto en cursiva consultado en:

https://lanaveva.wordpress.com/2009/04/28/la-sabiduria-del-pueblo-maya-en-el-culto-al-arbol-sagrado/

domingo, 18 de diciembre de 2016

La palabra desnuda

Desde los 15 o 16 años, tuve curiosidad por el hombre y por la diferencia entre el hombre vestido y el hombre desnudo; el hombre tal como es y el hombre tal como se muestra en público, e incluso tal como se mira al espejo. Todas mis novelas, toda mi vida no han sido más que una búsqueda del hombre desnudo.”
Georges Simenon

I

¿Quién eres cuando duermes?
Junto a la máscara, los sueños:
voces mudas del día.

Ignoramos la verdad para asirnos a nuestros miedos profundos,
acumulamos deseos bajo la manta que cobija nuestro cuerpo.
En el espejo encontramos nuestro sueño,
rostros distorsionados por la mirada primeriza.

Tus ojos, la ventana a mí misma.
Sostengo la mirada sin recato,
te encuentro en el silencio incómodo
que acompaña nuestro reconocimiento.

Te veo tras el misterio sensual donde escondes tu desnudez.

II

Escribo,
no es mi piel quien se exhibe,
es algo más, es el abismo,
la noche donde guardamos el rostro original,
el barro que compone nuestros huesos.

Éramos niños cuando aún jugábamos a la orilla del mar, 
el aroma de los establos impregnaba los viajes por carretera.
Dedos llenos de chocolate, nuestros labios henchidos.
En el asfalto se quedó el viejo juego de inventar canciones,
en el mar los castillos que construimos en la arena.

El presente es un verso que se reinventa cada día,
es una palabra desnuda e irreverente.

III

Me gustan los locos,
no se preocupan por la desnudez,
no saben de vestidos, ni de posturas.

Irrespetuosos,
sin el mítico dilema de ser,
habitantes del nunca jamás. 

Te miran a los ojos sin temor,
te aman sin pedir permiso,
arrebatan horas muertas para convertirlas en sonrisas
y te desnudan con una canción.

Su hogar es una fábula escrita en una noche de viaje a las estrellas.

IV

No hay nada más desnudo que un bosque,
sus caminos descubren nuestros pasos,
sus aromas se impregnan en la piel,
atraviesan nuestros ojos
se quedan en la memoria.
Aromas a madreselva, savia,
almizcle.

Un bosque es intensidad,
arrebato,
claroscuros sin retorno.

Las hojas acumuladas en los senderos
reflejan los rayos del amanecer,
el aleteo repentino de un ave rompe el murmullo del viento,
aquí el tiempo se detiene,
aquí no soy más,
pues le pertenezco.

V

En la intensidad del río confluimos,
intentamos traspasar los límites
y nos perdimos en el abrupto choque de nuestros cuerpos,
con la efímera sensación de eternidad
que el oleaje intenta recordarnos.

Desvístete antes de sumergirte en el agua,
deja a un lado las heridas y los temores,
deja que la piel sea el puente,
el lenguaje,
el punto de unión.


VI

Leer al otro,
es encontrarse con la mirada que adornan sus ojeras,
con sus manos estrujando de nuevo la hoja,
su voz incorpórea,
transparente.

Es escuchar sus silencios
y reconocerlo en los tuyos.
Es encontrar alguien afín,
un cuerpo cuyo calor transciende el tiempo,
el deseo,
lo irreal.

Leer al otro es asirlo a través de la mirada escrupulosa,
a veces para amarlo,
otras para desdeñarlo.

El rechazo es aquella vergüenza
después del paraíso. 

jueves, 15 de diciembre de 2016

Una danza de vida



Fue la danza el preámbulo, un reconocimiento de sus cuerpos, ella lo abrazó en la candencia de sus movimientos y ambos giraron sobre sí mismos, hasta formar un corazón. Así, bajo esa forma ella depositó un regalo de amor en su vientre; él, a cambio, abrazó ese regalo con el calor de su cuerpo durante el tiempo necesario hasta que una corriente de esperanza, un milagro de la naturaleza, emergiera a la vida.

martes, 13 de diciembre de 2016

Dos consideraciones acerca de la poesía

"La poesía no puede permitirse renunciar a su capacidad esencial de invención, a la dicha de ser un proceso lingüístico además de representar las cosas del mundo." 

"La poesía, independientemente de que pertenezca a un orden político antiguo o aspire a expresar uno nuevo, debe ser un modelo activo de conciencia integradora. La poesía no debe simplificar. Sus proyecciones e invenciones deben estar a la altura de la compleja realidad que la rodea y la genera." 

Seamus Heaney



“Yo creo que la poesía es independiente de uno, se da a conocer y ya toma su propio pulso, su propia verdad, independientemente del poeta. El poeta tiene una vida, y en un momento dado escribe un poema pero tiene su familia, tiene que trabajar y hacer otras cosas; la poesía toma su propio camino, a reproducirse, a ser leída; y la gente, si conoce al poeta, qué bueno, pero si no lo conoce, no le interesa porque el poema de tal libro le llegó a esa persona, lo aprehende, aprende el poema, le gusta leer a los demás y la figura del poeta va desapareciendo, va quedando únicamente la figura de la poesía”.

“El poeta debe estar pendiente de los problemas de la sociedad. El poeta no tiene que tener mayor compromiso político, sino que tiene que reflejar las contradicciones que vive la sociedad y hacerse por su sensibilidad, escribir en versos, en poemas, esas contradicciones que vive la sociedad. “

En Ocho décadas de Juan Bañuelos por ZETA, EDICION 1976, FEBRERO 12, 2012






domingo, 11 de diciembre de 2016

Nieve




Me gusta la nieve, la lentitud con la que caen los copos y se depositan en las ramas de los arbustos ya secos, como el piso va cambiando de gris a blanco, como los copos pasan de ser como gotas de agua suspendidas a pequeñas bolitas del tamaño de una lenteja aventadas por el viento en diferentes direcciones. No tenía buenas expectativas respecto a éste clima, sin embargo, me he encontrado algo diferente, una especie de encanto hacia lo blanco, hacia lo mudo, hacia lo que parece morir lentamente, ese letargo de los arboles y ese alboroto de las aves que han sabido resistir a los días extremos. El frío me rompe las manos, así literal, sin tregua. Descubrí mi fragilidad al intentar agarrar el barandal de las escaleras de la entrada, me corté el dedo descubierto. Luego el congelamiento de mis manos, esa sensación de agujas atravesándolas. La nieve es hermosa y peligrosa si no tienes precaución. Hay que ir despacio para conocerla, hay que tomar las cosas con calma para andar en ella y saberla disfrutar porque, pese a todo, es hermosa.

sábado, 3 de diciembre de 2016

En busca de la belleza






 “El oficio de poeta es, en gran parte, pajarear”
Pablo Neruda

A menudo recuerdo aquellos días de caminata matutina en la selva, fue durante los dos últimos años de mi carrera y los primeros dos años de egresada que más contacto tuve con la naturaleza. Sin embargo, tal vez fue en mi niñez, en el rancho de mis tíos, después de caminar entre los cañaverales y cacaoteros que el espíritu de la naturaleza despertó en mi esa devoción.   

Mucho tiempo después mi búsqueda continuaba al tratar de estacionarme bajo la sombra de un enorme Pich (Enterolobium ciclocarpum),  mientras esperaba la hora para entrar a la oficina. El árbol se encontraba sobre la banqueta de una avenida tranquila cercana a una de las principales vías de la ciudad, era mi refugio incluso del calor, pero lo que más recuerdo disfrutar de ese pequeño oasis, era el canto de las aves que revoleaban entre sus ramas, alguna vez vi un carpintero horadando sus troncos. La belleza es de color verde, en cualquier lugar del mundo en el que me encuentre, ahí esta, es parte de nosotros y también es inspiración.

Pablo Neruda, habla de esa belleza constantemente, el fue un admirador de la naturaleza, lo cual expresa en su poesía. Transcribo un fragmento de su libro "Confieso que he vivido" donde describe con una hermosa sensibilidad está admiración:

En esta época florecen los cactus de la costa. Lejos de esta región, en los contrafuertes de la cordillera andina, los cactus se elevan gigantescos, estriados y espinosos, como columnas hostiles. Los cactus de la costa, en cambio, son pequeños redondos. Los vi coronarse con veinte botones escarlatas, como si una mano hubiera dejado allí su ardiente tributo de gotas de sangre. Después se abrieron. Frente a las grandes espumas blancas del océano se divisan miles de cactus encendidos por su flores plenarias. 
El viejo agave de mi casa sacó desde el fondo de su entraña su floración suicida. Esta planta, azul y amarilla, gigantesca y carnosa, duró más de diez años junto a mi puerta, creciendo hasta ser más alta que yo. Y ahora florece para morir. Erigió una poderosa lanza verde que subió hasta siete metros de altura, interrumpida por una seca inflorescencia, apenas cubierta por polvillo de oro. Luego, todas las hojas colosales del Agave americana se desploman y mueren. 
Junto a la gran flor que muere, he aquí otra flor titánica que nace. Nadie la conocerá fuera de mi patria; no existe sino en estas orillas antárticas. Se llama chachual (Puya chilensis). Esta planta ancestral fue adorada por los araucanos. Ya el antiguo Arauco no existe. La sangre, la muerte, el tiempo y luego los cantos épicos de Alonso de Ercilla, cerraron la antigua historia de una tribu de arcilla que despertó bruscamente de su sueño geológico para defender su patria invadida. Al ver surgir sus flores otra vez, sobre siglos de oscuros muertos, sobre capas de sangriento olvido, creo que el pasado de la tierra florece contra lo que somos, contra lo que somos ahora. Sólo la tierra continúa siendo, preservando la esencia.

Más allá de la estética y la perfección, la belleza se encuentra en la esencia de la vida, en esa unidad que se expresa en los bosques, en un jardín o en un parque lleno de niños. Y es en el arte donde observamos el efecto que produce a todo aquel alma que se deja inspirar por ella.

Una hoja de hierba

Walt Whitman

Creo que una hoja de hierba, no es menos
que el día de trabajo de las estrellas,
y que una hormiga es perfecta,
y un grano de arena,
y el huevo del régulo,
son igualmente perfectos,
y que la rana es una obra maestra,
digna de los señalados,
y que la zarzamora podría adornar,
los salones del paraíso,
y que la articulación más pequeña de mi mano,
avergüenza a las máquinas,
y que la vaca que pasta, con su cabeza gacha,
supera todas las estatuas,
y que un ratón es milagro suficiente,
como para hacer dudar,
a seis trillones de infieles.

Descubro que en mí,
se incorporaron, el gneiss y el carbón,
el musgo de largos filamentos, frutas, granos y raíces.
Que estoy estucado totalmente
con los cuadrúpedos y los pájaros,
que hubo motivos para lo que he dejado allá lejos
y que puedo hacerlo volver atrás,
y hacia mí, cuando quiera.
Es vano acelerar la vergüenza,
es vano que las plutónicas rocas,
me envíen su calor al acercarme,
es vano que el mastodonte se retrase,
y se oculte detrás del polvo de sus huesos,
es vano que se alejen los objetos muchas leguas
y asuman formas multitudinales,
es vano que el océano esculpa calaveras
y se oculten en ellas los monstruos marinos,
es vano que el aguilucho
use de morada el cielo,
es vano que la serpiente se deslice
entre lianas y troncos,
es vano que el reno huya
refugiándose en lo recóndito del bosque,
es vano que las morsas se dirijan al norte
al Labrador.
Yo les sigo velozmente, yo asciendo hasta el nido
en la fisura del peñasco.


Versión de León Felipe