LID
Cuando los odios andan sueltos uno ama en defensa propia.
Mario Benedetti
Las voces nos cogen de las manos,
de los ojos, de la fe;
del otro lado del mar
hay barrancos con residuos de
historias
sus recuerdos llegan con la brisa
del oeste.
De nuevo el odio baña de sangre
la tierra
para recordarnos
que somos mentirosos todos,
vivimos en un sueño donde cada
quien construye su trinchera
en pro de lo que creemos es
nuestra verdad
y luchamos cuerpo a cuerpo
y matamos por ello
No te amo porque no me conozco
No te amo porque tengo miedo
No te amo
No me amo
La noche escucha el llanto de los
niños
el tiempo solo dejará sus ecos en
la memoria de alguien
que quiso conocerlos
I’m
just a soul whose intentions are good
pero hacía falta más amor Nina
ese arma que nadie usa
o pocos, demasiado pocos:
porque no sabemos andar desnudos
sin asustarnos,
porque elegimos entre tanto
conocimiento
ignorar lo esencial.
(Hay noches que se nos acumulan las palabras, sobretodo cuando miramos a nuestro alrededor y solo vemos guerra; quisiera que estas palabras y las de todos los que estamos cansados de tanta guerra sirvieran para algo más que para protestar.)
Ojalá que de veras el coraje que nos da ver tanta muerte e injusticia, hipocresía y hasta la complicidad de algunos (esos que, si quisieran, podrían algo para detener la masacre y llamar al criminal de guerra… criminal de guerra), sirvieran par algo más que gritar nuestra impotencia.
ResponderEliminarTe quedó muy bien está elegía.
Saludos
Al leerte veo tu inmensa sensibilidad, tu compromiso de poeta para con el 'viejo' amor y tu pensamiento sobre lo absurdo de la guerra y su aliada 'el odio': "De nuevo el odio baña de sangre la tierra..."
ResponderEliminarImagínate Karol nuestro diario ejercicio de la subsistencia en ésta Colombia azotada por esa interminable y absurda guerra fratricida, mi generación y ya paso de los 60 no sabemos lo que es vivir en Paz... ojala no muera sin sentir su aroma.
He recorrido tu casa y tus entradas antiguas (todo hermoso) y si pasas por la mía recoge mi sincero abrazo.
Hortensio.