Octavio Paz
En la primaria además de aprender a leer, también aprendemos a declamar
los versos de poesías que jamás volveremos a recordar; salvo veinte años después,
cuando ayudemos a nuestros hijos a memorizar los mismos versos en conmemoración de alguna fecha festiva, un dieciocho de marzo, un diez de mayo, un veinte de noviembre. A
pesar de ello, de mis años de primaria suelo recordar dos poesías en especial. La
primera “Verdades amargas” del poeta hondureño Ramón Ortega, fue recitada por
alumnos de mi madre para el festival de fin de curso. La cual escuché repetir a
todas horas, por varios días antes del evento:
Yo no quiero ver lo que he mirado;
a través del cristal de la experiencia.
El mundo es un mercado donde se compran
honores, voluntades y conciencias.
La segunda poesía “Desiderata”de Max Ehrman la recitamos el día de
nuestra graduación de la primaria. Sus dos primeros versos se quedaron grabados para siempre en mi memoria.
“Camina plácidamente entre el ruido y las prisas,
y recuerda que la paz puede encontrarse en el
silencio.
La poesía llego formalmente a mi vida cuando tenía dieciséis años, con el
poemario de Fausta Gantús “Crucifícate amor entre mis sabanas”. Fue uno de los
libros que nos dieron como premio, por haber ganado el primer lugar en un
concurso de química. En esa época me encontraba probando mi
vocación como cantante en la rondalla de la preparatoria. Después de varios
ensayos y presentaciones comprendí que el canto no era parte de mi vena artística.
Pero me gustaba mucho la música y siempre tuve una inclinación hacia el
rock, afinidad que compartía con mi amiga Ivonne, quien también se inscribió a
la rondalla y con quien escuchaba los grupos de moda de la
época: Guns and Roses, Nirvana,
Metallica, Pantera, Caifanes, Luzbel, entre otros. Tomábamos la clase de literatura y en una ocasión leímos unos versos del poema “Algo sobre
la muerte del Mayor Sabines” de Jaime Sabines que nos inspiró a escribir juntas
una canción.
VIII
No podrás morir
Debajo de esa tierra
no podrás morir.
Sin agua y sin aire
no podrás morir.
A partir de entonces, comencé a escribir lo que al principio llame
canciones, hasta que un día llegaron los versos de F. Gantús.
VII
Tú no me vas amar
tú no estarás
aquí
para perderme
tu ausencia llegará
antes de tu partida
porque nunca adivinamos quienes fuimos
te quise inventar
capaz de llenar mi espacio
tú sólo querías
ser un puerto más
en el viaje de ida
Más o menos en las mismas fechas, una tarde mientras hacíamos tarea en
casa de otra de mis amigas de la prepa: Libia, me encontré un libro del poeta
José Landa “Tronco abierto”. Se lo pedí prestado si ánimos de devolverlo, aun lo
conservo y lo he leído infinidad de veces.
No sé cuánto te lo permití
Pero esta vez
Te marcharás con tu polen
y tus comunes músicas
Sin llevarte mis manos
y mis labios
(Los pastos húmedos)
Fueron los versos de poetas de mi tierra los que me iniciaron en la
poesía. Sin embargo, no la tome en serio hasta muchos años después. Aunque la
poesía ya me tomaba en serio y surgiría a pesar de mí.
Parece ser que los que nacimos en este mes de marzo llevamos algo de vena artística en las venas, pero también podríamos decir que de músico poeta y loco todos tenemos un poco...
ResponderEliminarsaludos sobrina! un besote
Hola Karol! Creo que todos los que estamos estamos inmersos en el maravilloso mundo de versos y estrofas somos muy afortunados. Gracias por visitar mi blog =) Regresa cuando gustes. Yo estoy encantada de conocer tu sitio, tienes una rica sensibilidad. Te sigo!!!!
ResponderEliminarEs cierto tía, aunque a veces no lo explotamos como debiera ser...
ResponderEliminarHola Carolina, bienvenida y muchas gracias, nos seguimos! ;D
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