El paisaje se construye desde adentro.

Aline Petterson

lunes, 17 de abril de 2023

Fragmentos de Mujeres de ojos grandes

  ¿Quiénes son las mujeres de ojos grandes? Aquellas mujeres que son capaces de ver más allá de los límites impuestos por la sociedad, aquellas con voz propia, que deciden vivir de acuerdo a sus creencias, pasiones, deseos. Mujeres valientes que deciden encontrar a su manera: la libertad.

- Me vas a deber vida eterna - le dijo a la Santísima Trinidad.

- ...tenía razón Goethe: todo principio es hermoso pero hay que detenerse en el umbral.

- La gente feliz es ciega y sorda.

- Quien lo diría: ella que tanto le temió al desorden, le estaba agradecida cómo al sol. Hasta en el cuerpo se le notaba la generosidad del caos en el que vivía.

- ¿Qué te echas en la cara?- le pregunto su hermana cuando se encontraron en casa de su padre.
- Confusión - le respondió la tía Fernanda riéndose.

- Uno es de dónde es- decía, mientras pintaba con sus manos de vieja y sus ojos de niña-. Por más que no quieras, te regresan de allá.

- La tía Pilar tenía los mismos ojos transparentes con que miraba el mundo a los once años, pero la tía Marta encontró en ellos el mismo ímpetu que dura hasta la muerte en la mirada de quienes han pasado por un montón de líos y no se han detenido a llorar una pena sin buscarle remedio.

- Durante años, la ciudad hablo de la dulzura con la que la tía Natalia había sobrellevado el romance de su marido con Amelia Berumen. Lo que nadie puedo entender nunca fue cómo ni siquiera durante esos meses de pena ella interrumpió su absurda costumbre de ir hasta Chipilo a comprar los quesos de la semana.

- "Cada luna es distinta. Cada luna tiene su propia historia. Dichosos quienes pueden olvidar su mejor luna."

- Hay muchas maneras de dividir a los seres humanos-le dijo-. Yo los divido entre los que se arrugan para arriba y los que se arrugan para abajo, y quiero pertenecer a los primeros. Quiero que mi cara de vieja no sea triste, quiero tener las arrugas de la risa y llevármelas conmigo al otro mundo. Quién sabe lo que habrá que enfrentar allá.

- Cuando lo imposible se quiere volver rutina, hay que dejarlo - le explico a su hermana, que no era capaz de entender una actitud tan radical-. Uno no puede meterse en el lío de ambicionar algo prohibido, de poseerlo a veces como una bendición, de quererlo más que a nada por eso, por imposible, por desesperado, y de buenas a primeras convertirse en el anexo de una oficina. No me lo puedo permitir, no me lo voy a permitir. Sea por Dios que algo tiene de prohibido y por eso está bendito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario