Par de voces
Sonríen, pensamos bien del que entra a la galería
con sus pisos pulidos
y ese acervo de perfumes finos, caros,
de élite.
Invitamos a ajenos a nuestra propia realidad,
platicamos nuestra alma, fingimos respeto,
gusto
tacto
civilidad.
Somos muertos que caminan por reflejo,
somos personas actuando por rutina,
gente que limita la vida a la existencia
y no al goce hedonista del ser uno mismo.
El mundo está muerto
y con él, su carroña.
Carroña que huele bien, a limpio;
porque limpio es lo correcto
según la decencia
en turno.
Y de la moral, la corbata que le cuelga
la burocracia, las normas que
rigen conductas, cuerpos
y también ideas.
Hoy en día lo correcto
es ser como todos,
lo normal es venderse a lo monótono,
caminar erguido y fingir cordura.
Saludar, saludar,
saludar al que aborreces,
al que no quieres,
al que te quiere.
La sonrisa es un accesorio,
los hijos la cuenta a dar, la pareja el bien estable.
Comes, bebes, vives para ser normal;
duermes a la hora y no al cansancio,
bebes porque tienes sed y no por saciar
los labios,
brindas sin razones
sólo a la convivencia,
al río de hipócritas.
Del otro lado
viejas caras alargadas, viejos ceños fruncidos
y malhumorados,
olores hediondos y etílicos disfrazados
de esencias.
La mochila a la espalda, colgando del hombro
que nunca se queja
al término de jornadas.
La sonrisa y los billetes con alas que
vuelan a manos que piden
facturas,
gastos,
comida.
El camión con luces amarillentas
que rechina los metales y las llantas,
los vidrios y el aire que te corta
cual papel la cara,
los recuerdos.
Echas una mirada a la ventana,
mirando el suelo.
Miras la realidad y piensas en martirio,
la rutina también está en
la necesidad y desvelo.
Te cansas porque es tu destino,
tu pelo desalineado seguirá así, nadie lo peinará,
nadie trabajará por ti,
nadie te invitará a alguna parte;
qué broma, qué tragedia ser tú.
Al final, se encuentran ambos
y se tienen envidia.
Vioré café arte
La pura y cruda realidad, resumida en unas lineas
ResponderEliminarsaludos wapa!!