El paisaje se construye desde adentro.

Aline Petterson

domingo, 25 de noviembre de 2012

La felicidad

De esos fragmentos que te atrapan...

"Mire: no es que yo sea de los más felices; pero se arreglarme con mi desgracia y soy casi dichoso."
Felisberto Hernández



martes, 6 de noviembre de 2012

Noviembre es un mes que amo, aunque estos días la melancolía no me ha dejado...sigo compartiendo sonrisas...

Par de voces


Sonríen, pensamos bien del que entra a la galería

con sus pisos pulidos 
y ese acervo de perfumes finos, caros,
de élite.

Invitamos a ajenos a nuestra propia realidad,

platicamos nuestra alma, fingimos respeto,
gusto
tacto
civilidad.

Somos muertos que caminan por reflejo,

somos personas actuando por rutina,
gente que limita la vida a la existencia
y no al goce hedonista del ser uno mismo.

El mundo está muerto

y con él, su carroña.
Carroña que huele bien, a limpio; 
porque limpio es lo correcto
según la decencia
en turno.

Y de la moral, la corbata que le cuelga

la burocracia, las normas que
rigen conductas, cuerpos
y también ideas.

Hoy en día lo correcto

es ser como todos,
lo normal es venderse a lo monótono,
caminar erguido y fingir cordura.
Saludar, saludar,
saludar al que aborreces,
al que no quieres,
al que te quiere.

La sonrisa es un accesorio,

los hijos la cuenta a dar, la pareja el bien estable.
Comes, bebes, vives para ser normal;
duermes a la hora y no al cansancio,
bebes porque tienes sed y no por saciar
los labios,
brindas sin razones
sólo a la convivencia,
al río de hipócritas.

Del otro lado

viejas caras alargadas, viejos ceños fruncidos
y malhumorados,
olores hediondos y etílicos disfrazados
de esencias.

La mochila a la espalda, colgando del hombro

que nunca se queja
al término de jornadas.

La sonrisa y los billetes con alas que

vuelan a manos que piden 
facturas,
gastos,
comida.

El camión con luces amarillentas

que rechina los metales y las llantas,
los vidrios y el aire que te corta 
cual papel la cara,
los recuerdos. 

Echas una mirada a la ventana, 

mirando el suelo.
Miras la realidad y piensas en martirio, 
la rutina también está en
la necesidad y desvelo.

Te cansas porque es tu destino,

tu pelo desalineado seguirá así, nadie lo peinará,
nadie trabajará por ti,
nadie te invitará a alguna parte; 
qué broma, qué tragedia ser tú.

Al final, se encuentran ambos

y se tienen envidia.


Vioré café arte