En la serenidad del alba
encuentro un aliento
viene desde el mar
a través de gorgojeos y voces diurnas,
como una invitación.
Las tragedias desaparecen si abres la mano
y dejas que el viento acaricie tus palmas,
algo dejas ir, algo llega.
La vida tiene apariencia de ave viajando al sur,
de árbol perenne erguido en medio del huracán.
de río sin cauce.
Esa levedad infinita donde la urgencia no tiene cabida
porque es símbolo del temor;
se esparce como plaga sobre la faz,
marchita todo.
A veces, es el viento con un impulso de libertad
y en su caricia algo moldea:
una mirada,
un paisaje,
un sueño.