El paisaje se construye desde adentro.

Aline Petterson

sábado, 21 de abril de 2012

Duermevela

Noche larga, de afirmaciones más que de certezas. De la osadía de dar rienda suelta al placer de estar por estar. Como aquella tarde en que mientras conducías el auto, mirabas el mar, embravecido e impetuoso. Y el viento jugaba con las ideas que rondaban por tu cabeza. Algo acomodo entonces. O desacomodo. Aunque esta noche solo lo intuyes, lo saboreas y jugueteas con él.

Sí, la copa ya esta semivacia. Sabes que cuando cierres los ojos caerás en el sueño profundo, entonces podrás dibujar el deseo, el miedo o la esperanza, según corresponda. Ahora, en estos últimos segundos antes de cerrar el capitulo, te desvistes una vez más y subrayas ese verbo del que tanto te empeñas en hablar a murmullos o a gritos desahuciados. 

Solo así expresas la voluntad de estar y de sonreír a manera de protesta, cuando todos esperan apenas una mueca y miles de lagrimas.