El paisaje se construye desde adentro.

Aline Petterson

domingo, 27 de noviembre de 2011

Un poco de vez en cuando


Soñar...

Y retomo las palabras, para descubrir que son ellas las que me devuelven la esperanza cuando me despierto sin más sueños que enmendar. Entonces enlisto aquellos mejores imposibles que bien valdrían como materia prima para retomar los sueños.

Luego el simple acto de soñar es la mejor posibilidad en medio de tanto imposible. Dar los pasos necesarios y hacerlo un poco posible.

Porque de lo imposible a lo posible solo es necesario hacerlo realidad. Un poco de vez en cuando.
¿Cómo?¿Dónde?¿Cuándo? No lo sé, confío en que el universo conspirará.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Eterno inconsciente



Detrás de cada puerta hay un mundo nuevo…

Noviembre siempre fue un mes de tragedias, hasta que en uno de sus días llegó el amor detrás de unos ojos oscuros llenos de inocencia y verdad. Entonces inició mi aprendizaje. Y hoy en uno de esos días de noviembre, aun cuando mi aprendizaje no ha terminado, puedo mirar al horizonte y sonreír con la fuerza y la esperanza de quien ve por primera vez la vida. Poesía para la vida...


Las palabras perdidas

Alguien descifra la escritura de la lluvia y sin embargo no puede escapar.

Un alud de imágenes nos extravía la palabra; acudimos al grito y al llanto, a veces a la indiferencia, pero sabemos que necesitamos de la guerra para ser inocentes.

Todo lo ha ofrendado la ceniza.

Desde que desterramos a la noche desaparecieron las más profundas alianzas y nuestros perseguidores pueden encontrarnos.

Una herida siempre recuerda la vida, todo nacimiento procede de su túnel. Un árbol arde en nuestros ojos de agua.

La verdad –es decir lo prohibido–, impone su reino de terror... y hemos decidido habitarlo con las manos entrelazadas.

Creímos que la poesía nos enseñaría a morir...

Persistimos... Con frecuencia hacemos la extraña sonrisa del miedo. Si huimos, la soledad convertirá a alguien en víctima. Por eso la palabra se pasa de mano en mano para construir una morada invisible.

A veces para sobrevivir renunciamos al conocimiento.

Y cuando todos duermen escribimos... Pero un poema es el fósil de un sueño, el cadáver de un dios...

¿Aún podremos salvarnos?

(La palabra Liberada) Gonzalo Márquez Cristo