El paisaje se construye desde adentro.

Aline Petterson

martes, 7 de junio de 2011

Ensalmo II

Junio más que nunca reclama esa medicina mágica, las palabras que curan.

ESTAR

Estar a la sombra
de la llaga en el aire.
No-estar-por-nadie-ni-por-nada.
Incógnito,
solamente
por ti.

Con todo lo que cabe dentro,
sin lenguaje
también.


(Y ninguna voz como la de Celan…)

miércoles, 1 de junio de 2011

Inicio de verano, memoria de pájaro


Anoche caminaba por el estacionamiento de la universidad, sentí el aroma a miel del cedro. Me encanta ese aroma, me recuerda otros días, días de lluvia. Curiosamente durante la tarde el mar también anunciaba el verano. Y al bajar del auto rumbo al cajero automático, un viento intenso dejó mi cabello como cuando me acabo de levantar. Nunca sentí tan presente el inicio de verano. Y me gustó, me gusto presentirlo. Hoy la tarde esta así, hablando de la lluvia como ayer. Y yo metida en casa, tratando de escribir sobre no se qué después de intentar tomar inútilmente una siesta para reponer el desvelo de anoche. Ojalá hubiese sido por portarme mal.

Dice un poeta que a veces conviene tener memoria de pájaro, me imagino que lo decía irónicamente, porque sinceramente cuando sufres insomnio lo último que quieres es tener la memoria de un pájaro, sobre todo si este es migratorio.

Es una de las desventajas de ser adulto e independiente (sonrisa irónica). Por eso extraño la infancia y los días en que me bañaba en la lluvia sin más preocupación de que la lluvia acabará o de que me cayera un rayo. Supongo que deje de ser niña cuando me empezó a preocupar que lloviera. No importa, lo que interesa ahora es combatir esos ojos de mapache que ya se me han asomado. Por lo tanto, la tarea será que este verano dejaré a la niña jugar con la lluvia otra vez y de paso invitaré a otra (mi hija) a disfrutarla conmigo. Quizá entonces tenga dulces sueños de nuevo.