El paisaje se construye desde adentro.

Aline Petterson

jueves, 29 de marzo de 2012

Tiempo de escrituras

He regresado a casa.

Furtivo, tal vez. Furtivo lo que la nota deja en la piel y en los ojos gastados. Pero no lo suficiente para permitir que el pulso fluya libremente en la sangre. Hipnótico, mejor, como aquella profundidad que nos invita a sumergirnos una vez más. Entonces te dejarías moldear de nuevo bajo la intensidad del sonido que desviste tus razones y destruye tus temores. Entonces te dejarías ahogar en ese final abrupto, donde la piel y el aliento se disuelven en una mirada.

Hay noches en que el placer suele traducirse en una melodía.